cierto lugar


Cierto hombre vivía en un pequeño departamento en una determinada ciudad de tal país. Caminaba a su trabajo, tomaba locomoción y llegaba a su trabajo, el cual ocupaba ocho horas diarias de su vida. Cuando ya podía retirarse, hacía el mismo recorrido pero de regreso a su pequeño hogar. Él vivía solo, y por lo tanto pasaba cuatro horas viendo la televisión o mirando cosas interesantes en el Internet. A veces salía a caminar cerca de su barrio, y cuando llegaba el fin de semana se juntaba con sus amigos. El lunes retomaba sus labores y repetía la misma costumbre. Antes de dormir, leía algo o escuchaba música mientras imaginaba una vida distinta.

                Al comienzo esa forma de vida le agradaba, ya que el sueldo satisfacía sus necesidades básicas, y a veces hasta podía comprar juguetes tecnológicos. Estaba ahorrando cada mes para comprar una casa, algún día. Su padre había hecho lo mismo, su hermano, sus primos, sus amigos e incluso sus colegas y jefes. El ejemplo era bueno, ya que ellos habían tenido éxito.

                Se prometió a si mismo que luego de comprar su casa saldría de su rutina y disfrutaría de las cosas lindas de la vida, como salir a conocer el mundo, tener una esposa, hijos y esas cosas. Luego viviría de su pensión y dejaría a sus nietos con satisfacción.

                El tiempo pasó hasta que este cierto hombre se miró al espejo, y las canas, las arrugas y el cansancio eran parte de su decoración. Lloró al darse cuenta que seguía solo y el mundo había sido tan solo su departamento, que ahora ya lucía desgastado y triste. Todo esto sucedió en un cierto país, con un cierto estilo de vida. 


                                      -Pablo trujillo-

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