ABSTINENCIA EN LLAMAS


Cierto día Don Arturo caminó hacia su local preferido en el centro de la capital, donde vio de reojo a su amado y olvidado compañero. Una cajetilla del mejor cigarrillo le guiñaba y coqueteaba desde el mostrador. El vendedor le preguntó si se le antojaba comprarlo. Don Arturo había dejado de fumar hace ya 2 años, pero un problema financiero actual le instaba a tomarse un merecido descanso y dejar que la nicotina renovara ese romance que duró varios años. Ya con 60 años, la tos crónica le recordaba el error que podría cometer.

 

Salió raudamente del local sin voltear la mirada y su mano apretaba cada vez más la bolsa de pan que acababa de comprar. Se comió uno, y luego otro. Sus ansias de aspirar ese humo de los dioses le habían abierto el apetito. Su barriga estaba abultada de tanto atorar sus problemas con comida. Algo había que hacer, ya que hace dos años, el cigarro lo tenía en un esbelto y curvilíneo cuerpo huesudo. De esa manera, se levantó de su sillón y regresó al local con un billete de hartos dígitos. Su intención era clara, “hacer humo el dinero, desaparecerlo”. “De todas maneras, de algo hay que morir”, pensaba Arturo.

 

El vendedor lo recibió nuevamente y le ofreció la cajetilla, la cual fue recibida con gran felicidad. Se dirigió hacia la vereda y prendió el cilindro cancerígeno. Su garganta se deleitaba con el “tabaco” y sus sentidos se agudizaban, excepto el olfato. Cuando ya acabó, regresó a la casa un tanto mareado y se recostó en su cama. Prendió el televisor y sintonizó las noticias del mediodía.

 

Don Arturo había fumado 3 cigarros cuando  tiró la cajetilla sobre la mesa. El cenicero aún humeaba y una colilla todavía roja estaba. Como ya era anciano, el sueño lo visitó y se entregó completamente al mundo onírico. Tuvo suerte que se durmió y no sintió el dolor de las llamas.

 

Moraleja: “Es verdad, el cigarro mata, ya que es la causa número 2 de los incendios. El primero es el quedarse dormido”


                                         -Pablo Trujillo-


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Comentarios: 2
  • #1

    Juan Carlos Montoya. (miércoles, 13 mayo 2015 18:44)

    Saludos, no sé cuánto tiempo llevas escribiendo, pero este trabajo me parece muy "maduro", tu estilo es casi pulcro, y no le falta pulir casi nada, me encanta el como describes la situación y el entorno,pues la habilidad de dar tanto en que pensar con algo un poco corto es muy buena, sigue así me encantó.
    Saludos desde México.

  • #2

    Yulia (martes, 05 julio 2022 10:23)

    Pablo,

    Lo que es verdaderamente impresionante es que tienes diversas formas de expresar una misma idea. Creo que logras el equilibrio entre dos tipos de pensamiento: el convergente y el divergente. Es un placer leerte tanto por tu propio estilo de escritura como por las ideas que inspiran. Y estoy de acuerdo con la moraleja, buen trabajo!

    Un saludo cordial,

    Yulia